miércoles, 19 de mayo de 2010

55. Mujeres IV

La mujer más fiel es aquella que sabe guardar silencio de sus deslices. No hay mujer fiel. No hay fidelidad en este cuerpo. No hay fidelidad salvo en el alma. Un día descubrí que podían mis ojos ir por libre, desbocarse como caballos, que podía perder el rumbo, soltar las riendas, sentir, aún sin moverme, como hasta el cabello se me alborotaba al viento por el galope. La infidelidad enrojece las mejillas, da brillo a los ojos, rejuvenece todo el cuerpo. Sin embargo la fidelidad te condena a un peregrinar eterno tras aquel que te liberó.