domingo, 22 de noviembre de 2009

21. "Quizá bastaba respirar, ...

Nos cruzamos cuando yo me apeo del autobús que baja del hospital y se esquivan nuestras miradas sorprendidas. Ya hace mucho tiempo desde el último concierto que dieron nuestras bocas entrelazadas. ¿Lo recuerdas tú? Yo aún sé cómo se baila sin un zapato. Sigo saltando en mi memoria sobre las camas gemelas de cerezo de la casa de tu familia. Y tu madre, aprisionada tras el cristal, aún me mira desde la chimenea, quizá pensando que su hijo no debería relacionarse con jovencitas así.

Nosotros… ¿Desde cuándo no nos hemos englobado en palabras tan hermosas? Siglos enteros manteniéndonos en la órbita del otro, leyendo los mismos libros, acudiendo a los mismos lugares… y sin lograr coincidir. Y esta tarde, de pronto, el destino trenza nuestros caminos de esta forma tan absurdamente natural. Sin embargo jugamos a no reconocernos. Qué extraños nos hemos vuelto. No nos reconozco.

¿Nos recuerdas? En el teatro de la ópera nos citamos en una cervecería del casco antiguo y llegamos vestidos de etiqueta, como dos payasos de circo, para enredarnos en besos vergonzosos entre los que no nos permitimos tomar aire para preguntar. Cierro los ojos mientras tú tocas el piano de tu padre y me dices que nadie de tu familia ha acudido nunca al conservatorio. Siento la hierba húmeda y fría de la noche en mis pies mientras me balanceo en el columpio oxidado del jardín. Tú estás fumando, apoyado en la estructura y me sonríes cada vez que señalo una estrella y la bautizo para ti. No puedo dormir en esta habitación enorme, tan llena de vacío, en una casa extraña, tan lejos de todo lo que yo creía conocer de ti. Y me escabullo de las sábanas que nos juramos no compartir. El sol aparece cuando yo ya no estoy.

Desde que terminé la universidad y crucé la línea para pasarme al otro bando ha pasado tanto tiempo… Sin embargo, creo que jamás podré dejar de perderme en el abismo infinito de tu oscuridad, intentando iluminar tus rincones más tenebrosos. Aunque sea a través del recuerdo.

Finjamos, pues. La vida nos espera.
... sólo respirar muy lento".